En medio de una subida progresiva de los precios de los carburantes desde principios de año, la guerra de Ucrania ha provocado un aumento vertiginoso de estos costes. Aunque los planes del Gobierno eran justo los contrarios, se prevén ayudas para los transportistas y consumidores en los próximos días del mismo modo que ya se vienen dando en nuestros países vecinos.
El 24 de febrero, día en que comenzó la invasión rusa, algunas de las estaciones de servicio españolas low cost registraron un record de ventas. El miedo de los españoles a que los precios de los carburantes subieran se vio reflejado de esta manera, aunque llevaban subiendo a buen ritmo desde principios de año. Casi un mes después del inicio de la guerra de Ucrania, la gasolina sin plomo de 95 octanos se sitúa en los 1’807 € por litro, mientras que el gasóleo A se estabiliza en los 1’794 € por litro en nuestro país.
El gobierno francés, el italiano y el portugués ya han implementado medidas para reducir la factura en carburantes de los transportistas, que van desde los 15 céntimos por litro de gasóleo durante un período de cuatro meses en Francia hasta los 30 céntimos por litro de gasóleo a los vehículos de transporte de hasta 35 toneladas en Portugal. En Italia la bajada será de 25 céntimos de euros sobre los impuestos especiales hasta el 30 de abril.
Este lunes 21 de marzo el Gobierno se volverá a reunir con los representantes del sector de carretera del CNTC para avanzar soluciones en esta crítica situación. Todo apunta a que se presentarán soluciones de ayudas directas e inmediatas como las tomadas en Francia, Italia y Portugal y que estarán vigentes al menos durante tres meses.