Una encuesta realizada por YouGov revela que un tercio de los ciudadanos europeos no quiere que se utilice aceite de palma como combustible. En España, el 70% de las personas consultadas quiere que deje de usarse antes de 2030.
La Comisión Europea ya había decidido eliminar gradualmente el aceite de palma como biodiesel antes de la realización de la encuesta. 2030 como fecha límite. Los motivos que han llevado a esta comisión a tomar esta decisión son sencillos: la estrecha relación entre el cultivo de palma con la degradación de las tierras con elevadas reservas de carbono.
Pero la fecha límite para abandonar definitivamente la palma parece estar demasiado lejos no solo para los ecologistas, sino para la mayoría de la población española. Un 46% de los encuestados españoles opina que el uso de aceite de palma en el diésel debería eliminarse lo antes posible mientras que un 24% dice que debería ser antes de 2030. Solo un 4% de los 1068 encuestados cree que no debería dejar de usarse aceite de palma en los depósitos.
En cuanto al uso de aceite de soja, sobre el cual la Comisión Europea no se ha pronunciado, la encuesta pregunta a los participantes si creen que debería dejarse de usar para la fabricación de biodiésel en nuestro país. Un 58% apoya parar de usar aceite de soja frente a un 15% que dice oponerse a esta medida.
España es el mayor productor de biodiésel de la Unión Europea y uno de los tres países con mayor dependencia de aceites vegetales importados para la producción de «biocombustibles». El aceite de palma es su principal materia prima. Solo durante 2019 se transformaron 1’76 Mt de aceite de palma en combustible.
Nuestros vecinos europeos parecen estar igualmente convencidos de que el uso de estas materias primas deberían llegar a su fin. El 34% de los europeos encuestados quiere detener el uso de aceite de palma con 2021 como fecha límite. El 22% querría hacerlo antes de 2030 y solo un 8% respalda el uso de este aceite para la fabricación de combustible. El 58% apoya dejar de usar la soja frente a un 18% que cree que debería seguir usándose. El cultivo de soja es responsable de altas tasas de deforestación y de la producción de CO2 por la conversión de pastizales. De media, los agrocombustibles como los provenientes de la palma, la soja y la colza, emiten al menos un 80% más de emisiones de GEI que el combustible fósil.
¿Y tú? ¿Sabías que el diésel que utilizamos en el depósito del coche contiene aceite de palma y soja?
La encuesta revela además un dato interesante: el 92% de los encuestados no sabía antes de contestar a las preguntas que el diésel que se consume en nuestro país contiene alrededor de un 7% de agrocombustibles procedentes de la palma, la soja y la colza. Esta falta de información podría cambiar en los próximos años ya que las empresas petroleras estarán obligadas a partir del año que viene a comunicar las materias primas utilizadas para producir biodiésel.
¿Qué alternativas existen? Biocombustibles de segunda generación
El biocombustible de segunda generación es un combustible fabricado a partir de aceite de cocina usado y sí puede considerarse un biocombustible puesto que se le da una segunda vida a lo que de otra forma consideraríamos un residuo. Si quieres poner tu granito de arena en la fabricación de biocombustibles de segunda generación, busca tu punto limpio más cercano y empieza a reciclar aceite.