
En la Comunidad de Madrid, los restaurantes y bares están obligados a gestionar de forma adecuada el aceite de cocina usado. No hacerlo no solo supone un riesgo ambiental, sino también sanciones económicas importantes.
La legislación establece que el aceite usado es un residuo peligroso y debe ser recogido por un gestor autorizado. Esto implica que cada entrega debe ir acompañada de un justificante o albarán, que servirá como prueba en caso de inspección. No contar con este documento puede derivar en multas de hasta varios miles de euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Otra clave es el almacenamiento temporal en la cocina. El aceite debe guardarse en recipientes homologados, resistentes a la corrosión y con cierre seguro. Mantenerlo en envases improvisados puede ser motivo de sanción y de riesgo higiénico.
Los negocios deben además programar la recogida periódica, evitando acumular cantidades excesivas. El incumplimiento de estas obligaciones puede considerarse una infracción administrativa, recogida en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados.
Cumplir con la normativa no solo evita sanciones, también protege la reputación del negocio. Cada vez más clientes están atentos a las prácticas sostenibles de los restaurantes que visitan, y descuidar este aspecto puede afectar negativamente a la imagen de marca.
En conclusión, gestionar correctamente el aceite usado en Madrid es una obligación legal, pero también una oportunidad de demostrar compromiso con la sostenibilidad y con la salud pública. Pero que no cunda el pánico porque Resigras está aquí para ayudarte a cumplir con las normativas y gestionar tu aceite usado sin complicaciones.
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Fuentes:
- Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular
- Comunidad de Madrid – Normativa sobre gestión de residuos