Con el programa Flighpath Net Zero, International Airlines Group (IAG) se convirtió en el primer grupo de aerolíneas del mundo en comprometerse a alcanzar emisiones netas cero de CO2 en 2050. Vueling, como parte del grupo, ha establecido medidas en materia de sostenibilidad como conseguir que un 10% de sus vuelos sean sostenibles para 2030. Además, y junto a Grupo Mediterránea, se comprometen a ceder el aceite de su cantina para la producción de biocombustible que luego usarían en sus vuelos.
El aceite usado de las cocinas se envía a biorrefinerías donde el residuo se transforma en materia prima. Un biocombustible capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 90% comparado con el combustible fósil. Un cambio que no requiere ninguna modificación en la flota y que supone una verdadera mejora para la sostenibilidad de la compañía y el grupo y para el medio ambiente.
Otros restos reutilizables son los sólidos que quedan tras el filtrado del aceite de freír. El pan rallado o las harinas se recogerían para producir abono. Además, el agua presente en el aceite y la utilizada para limpiar los bidones donde se almacena el propio aceite se separaría para producir biogás.
De este modo, en lugar de generar residuos que podrían ser altamente contaminantes, Vueling y el Grupo Mediterránea ponen su granito de arena en la economía circular y en la generación de combustibles sostenibles cuyo uso irán implementando ellos mismos en sus vuelos.