Según el Ministerio de Agricultura, el prefijo «bio» se debe utilizar para calificar a aquellos alimentos producidos bajo técnicas de agricultura ecológica. La Organización Mundial de la Salud define los productos «bio» como aquellos producidos de forma tradicional y sostenible sin utilizar productos químicos ni ser modificados genéticamente. Estos usos del prefijo en cuestión pueden crear confusión a la hora de hablar de los biocombustibles y han llevado a algunos autores a hablar de «agrocombustibles» en su lugar. ¿Acaso los biocombustibles no son ecológicos y sostenibles? Para contestar a esta pregunta, te contamos qué tipos de biocombustibles existen y se utilizan en nuestros motores y cómo se hacen.
Biocombustibles de primera generación
Los también denominados bicombustibles convencionales son los creados a partir de cultivos alimentarios cultivados en tierras de cultivo. Puede sonar redundante pero se hace necesario hacer estas aclaraciones. Ejemplos de estos combustibles son los creados a partir de cultivos de soja o palma, nada sospechosos de ser respetuosos con el medio ambiente. Por desgracia, en la actualidad la mayor parte de los biocombustibles que utilizamos son de primera generación.
Biocombustibles de segunda generación
Estos biocombustibles son fabricados a partir de biomasa, que se deriva de materiales vegetales (cultivos leñosos, residuos agrícolas o material vegetal de desecho de cultivos destinados a la alimentación que ya cumplieron su propósito alimentario) o animales (sus grasas). En el caso de los vegetales, a diferencia de los de primera generación, el destino principal de los cultivos no es convertirse en combustible, sino que se utilizan aceites ya utilizados en las cocinas de nuestras casas, bares y restaurantes (girasol, oliva…) para fabricar un combustible de origen reciclado. El uso de este tipo de biodiésel en nuestros depósitos es aún muy pequeño pero es más sostenible que el de los de primera generación, ya que no se utilizan tierras de cultivo específicamente para este propósito y damos una segunda vida a lo que consideramos un residuo. ¿Quieres saber cómo aportar tu granito de arena? Te contamos cómo reciclar tu aceite de cocina usado.
Biocombustibles de tercera generación
Estos biocombustibles se extraerían a partir de algas con un contenido de aceite natural de al menos un 50%. Hablamos en condicional porque la producción de este combustible aún no se ha llevado a cabo a escala comercial.