Normalmente, cuando se habla de las emisiones de un coche eléctrico se tiene en cuenta únicamente las emisiones producidas por el propio vehículo, hasta el punto de considerarlos vehículos cero emisiones. Sin embargo, un informe de la Comisión Europea afirma que las emisiones de CO2 de un vehículo que consuma biodiésel pueden ser menores que las de un coche eléctrico.
Según este informe, la media de emisiones de CO2 de un coche eléctrico sería de 28 gramos por kilómetro mientras que la de de un coche alimentado con diésel renovable sería de 24 gramos por kilómetro. Para calcular el primer dato se tiene en cuenta la media de emisiones en el sistema de producción de electricidad en Europa. El segundo dato se calcula teniendo en cuenta las emisiones desde la producción del biodiésel hasta el transporte del mismo.
La conclusión es que las emisiones de CO2 de un motor de combustión interna que utilice combustible renovable son algo menores que las de un coche eléctrico. La diferencia es mucho mayor si lo comparamos con las emisiones originadas en un motor de combustibles fósiles (106 gramos por kilómetro).
Nuevas alternativas renovables
La empresa estadounidense Neste asegura haber creado un diésel 100% renovable mucho más limpio que el que conocemos hasta ahora. Se trata de Neste MY Renewable Diesel, un combustible creado a partir de materias primas 100% renovables, y que promete generar hasta un 90% menos de gases de efecto invernadero que el diésel fósil tradicional.
Para producir este nuevo carburante se utilizan aceites vegetales, de desecho y residuos, así como grasas y otras materias primas renovables diferentes. Además, a diferencia de otros carburantes a base de petróleo, no contendría ni agentes aromáticos ni impurezas, para una mayor eficiencia.