
En el sector de la hostelería, hablar de sostenibilidad suele asociarse con el reciclaje de envases de vidrio, cartón o plásticos. Sin embargo, existe un residuo igual de importante y a menudo olvidado: el aceite de cocina usado.
En Madrid, como en el resto de España, el reciclaje de aceite usado es obligatorio y está regulado. Pero más allá del aspecto legal, tiene un enorme impacto ambiental. Un solo litro de aceite puede contaminar hasta 1.000 litros de agua si se vierte por el desagüe, lo que compromete el tratamiento de aguas y la salud de los ecosistemas.
El aceite usado, cuando es recogido correctamente, se convierte en materia prima para biocombustibles, jabones o incluso lubricantes industriales. Esto lo sitúa como un claro ejemplo de economía circular dentro de la hostelería. Así, un residuo problemático se transforma en un recurso valioso.
Incorporar la gestión del aceite en la estrategia de sostenibilidad del restaurante es una manera de diferenciarse. Cada vez más clientes valoran que los negocios vayan más allá del reciclaje tradicional y adopten medidas innovadoras. Comunicar que el restaurante recicla el aceite es un gesto que genera confianza y mejora la imagen de marca.
En definitiva, la hostelería sostenible no se limita a separar envases. La gestión adecuada del aceite usado es un elemento imprescindible para un futuro más responsable y rentable en el sector gastronómico madrileño.
Fuentes:
- Canal Isabel II – Gestión del agua y contaminación por aceites
- Ecoembes – Guías de reciclaje en hostelería